Medina Azahara

Medina Azahara fue una ciudad erigida por el primer califa de Córdoba, Abderramán III, en el siglo X. Estaba situada a unos 8 km de Córdoba, en dirección noroeste, al pie de la Sierra Morena. Su nombre en árabe significa «la ciudad luminosa».

Durante el mandato del califa omeya Abd al-Rahman III (912-961), Medina Azahara fue construida con motivos políticos e ideológicos: para demostrar la dignidad del califa y su supremacía sobre el Califato fatimí de Ifriqiya, su enemigo político y religioso (chiíes vs suníes). La construcción comenzó entre los años 936-940 y prosiguió durante el reinado de al-Hakam II (961-976).

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En 1911, las ruinas de la ciudad de Medina Azahara fueron excavadas profesionalmente y declaradas Monumento en 1923. Solo una décima parte de las 112 hectáreas de la ciudad ha sido excavada, incluyendo los grandes palacios. El Museo de Medina Azahara fue inaugurado en 2009 por la reina Sofía y declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2018. En 2019, el lugar recibió a más de 285.672 visitantes, convirtiéndose en uno de los espacios culturales más visitados de Andalucía. Sin embargo, debido a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de COVID-19, el número de visitantes se redujo a 87.315 personas en 2020.

Se dice que el origen del nombre de la ciudad de Azahara es la concubina favorita de Abderramán III, sin embargo, Marianne Barrucand afirma que esto es muy improbable. Por otro lado, Felix Arnold sugiere que el nombre significa «la ciudad brillante» o «radiante», como otras ciudades califales fundadas por los abasíes. Jonathan Bloom, por su parte, cree que el nombre se refiere a Fátima az-Zahra, la hija de Mahoma, ya que los fatimíes decían que descendían de ella.

En 750, la dinastía Omeya, que había gobernado el mundo islámico, fue derrocada del Califato de Damasco por los abasíes. Abderramán I el Emigrado, un miembro superviviente de los Omeyas, huyó a Al-Ándalus y estableció el Emirato de Córdoba en 756, separado de la nueva capital abasí, Bagdad. Abderramán I nunca se proclamó califa, pero su sucesor, el octavo emir, Abderramán III, lo hizo en 929, tras poner fin a la inestabilidad política del emirato. Esto llevó a la mayor prosperidad política, social y económica de la España musulmana, convirtiendo a Córdoba en la ciudad más avanzada de Europa.

Abderramán III decidió erigir Medina Azahara como una representación de su posición y magnificencia como califa. Esta ciudad palaciega tenía antecedentes entre los califas abasíes y fatimíes. En el año 936, el mandato de Abderramán III fue para construir la ostentosa Medina Azahara cerca de la capital, Córdoba. Esta ciudad regia concentró toda la autoridad política del califato.

A finales del año 936, la construcción de la ciudad comenzó y se trabajó en ella durante los cuarenta años siguientes. Maslama ibn ‘Abdallah fue el alarife, aunque no se conoce exactamente su papel. Los edificios más grandes se iniciaron en 940 y el proyecto fue modificándose a medida que se ejecutaban los trabajos. La mezquita aljama fue consagrada en 941 y un año después se pavimentó el camino entre la nueva ciudad y Córdoba. En 947 el aparato de estado se trasladó desde Córdoba a la ciudad. Durante el reinado de Abderramán III y parte del reinado de su hijo Al-Hakam II, la construcción de la ciudad continuó. Algunos oficiales de alto rango también participaron en los proyectos constructivos.

Para proteger a los habitantes de la ciudad, Abderramán III y Al-Hakam II ordenaron la construcción de una muralla con torres alrededor de la ciudad. Esta muralla fue construida con columnas de mármol traídas de otros lugares, y decorada con estatuas y sarcófagos. Al principio, solo los palacios estaban protegidos por la muralla, pero con el tiempo se extendió para abarcar toda la ciudad.

En el yacimiento arqueológico se han identificado dos estructuras construidas una sobre la otra. Estas zonas, conocidas como la Casa de Yafar y la Casa de los Pilares, tienen un tamaño mayor y características distintas. Por ejemplo, la Casa de Yafar presenta una planta semibasilical y la Casa de los Pilares un patio rodeado de una galería porticada. El arqueólogo Antonio Vallejo Triano, quien ha dirigido trabajos en la zona entre 1985 y 2013, ha datado la Casa de los Pilares a la década de 950.

¡Disfruta de Medina Azahara! ¡Hasta la próxima!